Actividad física: Un refuerzo cognitivo clave a medida que envejecemos

Mantener la actividad física es muy importante a medida que envejecemos. Los efectos físicos y cognitivos derivados de la práctica regular de actividades físicas son numerosos. ¿Ha oído alguna vez la frase «muévete o piérdelo»? Pues bien, ¡gran parte de esa afirmación es cierta! Aunque a medida que envejecemos, mantener cierto grado de actividad puede resultar más difícil, su importancia no hace sino aumentar con cada año que pasa.

Cognitivo

El ejercicio es excelente para la salud cerebral y emocional. La actividad física puede ayudar a mantener una función cognitiva aguda y a reducir la aparición de problemas cognitivos generalizados, como el Alzheimer y la demencia. La actividad física por las mañanas es una forma estupenda de poner en marcha el cerebro y coger impulso a medida que avanza el día.

Emocional

Se ha demostrado que el ejercicio puede tener un impacto positivo en nuestros niveles de ansiedad, estrés y depresión. También es una forma fenomenal de reforzar la confianza en uno mismo. Si se siente cansado, ansioso o estresado. Intenta completar un entrenamiento ligero o moderado y comprueba cómo te sientes.

¡Empiece ya!

¿Realiza suficiente actividad física semanal? Intente hacer un seguimiento de sus actividades físicas semanales para determinar si está haciendo lo suficiente.

Establece objetivos. A algunos les ayuda escribir objetivos más pequeños para conseguir uno más grande a largo plazo. Este método ayuda a rendir cuentas.

Pruebe a realizar cualquiera de estas actividades tres veces por semana para empezar.

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• Caminar
• Ciclismo
• Ejecutar
• Senderismo
• Estiramientos
• Yoga
• Natación
• Deportes

¿Quiere saber más sobre cómo puede influir el ejercicio físico en un envejecimiento saludable? Eche un vistazo a este artículo.

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